lunes, 15 de noviembre de 2010

El Establo


Camino a Chicureo es el epicentro del comistrajo. La verdad es que sólo había ido a tomar ron al local por lo que no me llamaba la atención hasta que fui a almorzar. Primer detalle importante, el local se transforma de tugurio por la noche (incluye karaoke) a familiar en el día (incluye todo el local no fumadores). Esto sirve por si lleva a su esposa o polola en el día y luego sale de noche con los amigotes y avisa que va para allá.

En lo que a comida se trata, es un clon de los locales gringo tan basuriados como Ruby Tuesday o Friday pero con 2 mejoras importantes: horno a leña y carne de verdad.

Por mi parte comí la hamburguesa Salvaje que tiene queso, tocino, lechuga, cebolla y tomate. Suya por $5.300. Buenísima.

Ostras Azocar

En Bulnes 37 se encuentra este local. Primera cosa importante es el lugar. Casa muy bien restaurada y que es una buena fotografía del Santiago de inicio del siglo 20 con amplios salones.






Luego, el detalle de las Ostras. Un lugar con las piscinas con mariscos y langostas vivas y frescas, con un mesón donde amablemente le dan una degustación con 4 ostras y un poco de vino blanco antes de sentarse a la mesa. Muy buen inicio.



Luego la carta, nada compleja, se inclina por lo tradicional: variedad de pescados a la plancha o con algunas salsas, sopas y mariscales, por lo caro langostas y platos para grupos. Pero donde se sacan los zapatos son con las machas a la parmesana, las mejores en mi opinión.

Pedimos congrio frito, camarones al ajillo y pangasius, que por lo demás no es tan sabroso, mas bien fofo.










El consumo medio con vino es de 15.000 por persona. Los vale.

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